El desarrollo territorial es un enfoque que reconoce la importancia de las características específicas de un territorio en su proceso de desarrollo económico, social y ambiental. Se centra en comprender y aprovechar las ventajas comparativas y competitivas de cada región, así como en abordar los desafíos y desigualdades que enfrentan las comunidades locales.
El territorio, en este contexto, se refiere a un área geográfica con características físicas, económicas, sociales y culturales distintivas. Puede variar en tamaño y escala, desde una comunidad local hasta una región o país entero. El territorio no solo comprende el espacio físico, sino también las relaciones sociales, económicas y políticas que se desarrollan en él. Así, el territorio se configura como un punto de encuentro de las formas de vida, la cosmovisión, el espacio físico y simbólico, y las prácticas de los seres humanos, en directa relación con su entorno medioambiental.
El desarrollo territorial reconoce que el territorio no es un mero escenario pasivo del desarrollo, sino un actor activo que influye en el proceso de desarrollo a través de sus recursos, infraestructura, instituciones y cultura. Por lo tanto, promover el desarrollo territorial implica fortalecer las capacidades endógenas de cada territorio y fomentar la participación activa de sus habitantes en la toma de decisiones.
Nuestra labor investigativa se centra en impulsar el desarrollo territorial inclusivo, participativo, sustentable y sostenible, con el objetivo de promover un crecimiento equitativo y equilibrado. Para lograr este propósito, llevamos a cabo investigaciones exhaustivas que abordan una amplia gama de temas relacionados con el desarrollo territorial, incluyendo aspectos económicos, sociales, ambientales y políticos.
En nuestras investigaciones, nos enfocamos en comprender las dinámicas y desafíos específicos que enfrentan las distintas regiones en su camino hacia el desarrollo. Esto implica analizar la estructura económica, la distribución de recursos, las condiciones sociales y culturales, así como el estado del medio ambiente y la infraestructura. Al comprender mejor estas realidades regionales, podemos identificar las oportunidades y los obstáculos que afectan el desarrollo territorial y proponer soluciones efectivas y contextualizadas.
Una de nuestras áreas de interés es el impulso de los procesos de descentralización y participación ciudadana incidente, multinivel y multiactoral, que permitan una distribución más equitativa del poder y los recursos entre el gobierno central y las autoridades locales. Creemos que la descentralización puede contribuir significativamente a promover un desarrollo más equilibrado y participativo, al permitir que las decisiones se tomen más cerca de las comunidades y que los recursos se asignen de manera más eficiente y transparente.
Además, abogamos por enfoques de desarrollo sustentable y sostenible que tengan en cuenta las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Esto implica promover prácticas económicas, sociales y ambientales responsables que aseguren un desarrollo a largo plazo, respetando la diversidad cultural y biológica y garantizando la inclusión de todos los grupos sociales en los procesos de toma de decisiones.